En el número 8 del Largo de S. Domingo, junto a la conocida Plaza del Rossio de la capital lusa, nos encontramos con un diminuto establecimiento donde se vende única y exclusivamente A Ginjinha, que no es otra cosa que un delicioso licor de cerezas.
La clientela es de lo más variopinto, está formada por los propios lisboetas, emigrantes africanos y extranjeros que se arremolinan, vasito de plástico en mano, fuera del local. Por poco precio te puedes tomar una copita de este licor o si lo prefieres comprar una botella para disfrutarla en casa con tus amigos.
"Es más fácil con una mano diez estrellas agarrar, hacer el sol enfriar, reducir el mundo a un engrudo, pero una ginjinha con tal virtud es difícil de encontrar".
Plaza del Rossio.
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