Cuando viajamos, a menudo, lo mejor es lo inesperado. Deambulando por la isla de Menorca, aparecimos en Cala Santandria, y cual no fue nuestra sorpresa al descubrir este pequeño museo. Su propietario, En Colauet, se trasladó a vivir a esta pequeña cala en su juventud, era la década de los 60 en pleno movimiento hippy. Ocupó esta cueva junto a su compañera y, poco a poco, fueron creando este peculiar espacio que ha sido su hogar durante muchos años.Sentado en la entrada nos encontramos con Colauet que, a sus casi 90 años, conserva una mirada despierta y la mente abierta de aquellas personas que han sabido vivir con sabiduría, haciendo lo que les gusta y sin prisas. Sentarse a charlar un rato con él es una auténtica delicia, el tiempo pasa rápido escuchando las mil y una anécdotas que brotan de su boca, hilvanando las historias con la maestría de un gran narrador.
Cada vez que he visitado Menorca, no he podido evitar la necesidad de ir al Museu d'En Colauet. Ahora hace mucho tiempo que no voy, pero me gusta recordarlo sentado plácidamente en la puerta de su casa.
La chimenea del salón.
Detalle del baño.
El fregadero de la cocina.
Foto tomada de un catálogo del Museo donde figuran En Colauet y su mujer.
En Colauet sentado a la entrada de su casa-museo.
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