en un click clack: Place Djama el Fna

Es la plaza más emblemática y representativa de la ciudad de Marakech, cada día se levanta el telón para dar paso al gran espectáculo de la vida en la medina.

La plaza siempre rebosa actividad, y en ella, se mezclan encantadores de serpientes, amaestradores de monos, aguadores, músicos gnawas, acróbatas, contadores de cuentos, tatuadoras de hena, ancianos que recitan el corán, vendedores de frutos secos, así como una gran marea de transeúntes en constante movimiento entre los puestos de zumos de naranja y las tiendas del zoco.

Está rodeada por los edificios de los bares y restaurantes que disponen sus terrazas a modo de anfiteatros para que los turistas y parroquianos puedan disfrutar de la escena, como si de una gran obra de teatro se tratase, mientras se refrescan saboreando un delicioso té verde con menta.

La vista no deja a nadie indiferente, es un auténtico estallido de estímulos para los sentidos, tanto por los colores, olores, como por los sonidos de tambores, las flautas de los encantadores de serpientes o el muecín llamando a la oración.

Por la noche lejos de quedarse vacía, la actividad se ve incrementada con la llegada de los carros ambulantes de comidas, que ponen sus mesas en la plaza e inundan el ambiente de humo y aromas de especies. La gente se aproxima para degustar los platos típicos como el cous cous, los tagines, caracoles, cabezas de cordero asadas, brochetas y un sinfín de suculentos platos capaces de satisfacer al estómago más exigente.

Y lo más asombroso de todo es que la gran mayoría de personas que están en la plaza son los habitantes de la ciudad, no es un espectáculo por y para los turistas sino que, y en ello radica su mayor encanto, constituye el punto de encuentro de los marroquíes donde se reunen para comer, tomar algo, divertirse o realizar las compras en el zoco.

Las terrazas de los bares dispuestas a modo de anfiteatros.