En las ciudades más importantes de Marruecos,
es fácil encontrarse con estos personajes, son los aguadores.
Originariamente su oficio consistía en vender agua a los transeúntes
sirviéndola en las cazuelitas de latón que llevan colgando.
En la actualidad se ganan la vida posando para los turistas
con sus coloridos atuendos a cambio de alguna moneda.